sábado, 30 de julio de 2016

El impacto de las promesas incumplidas: La desconfianza



El impacto de las promesas incumplidas: La desconfianza




Hace un par de años, impartiendodo la Conferencia de Conciencia laboral en una empresa muy importante y ante 400 trabajadores apoximadamente, se desató una buena polémica. Aclaro que al contratarme los directivos me informaron que había mucha apatía entre los trabajadores y que habían dejado de comprometerse que solo hacían su trabajo y que ya no se quedaban mas tiempo cuando la empresa se los requería.

Sucede que al abordar el tema de las motivaciones, descubieron que habían sido engañados por la propia empresa; al parecer ante la urgente necesidad del area de recursos humanos para cubrir las vacantes que les exigían las áreas operativas y con la finalidad de abatir la rotación de personal, los contrataban con la promesa de que en corto plazo estarían ocupando una categoría mejor y que por lo tanto ganarían más. Es obvio que rara vez se generarían tantas vacantes en las categorías superiores. Por lo tanto los trabajadores habían reaccionado con molestia y desconfianza al ver que no se le cumplia lo ofrecido; afectando la productividad y el ambiente laboral.

Lo intersante de esto es que ambas partes no se habían  percatado del origen de tal reacción en los trabajadores, al descubrirse desde luego se generó mucha polémica pero contribuyó a que se de diera Luz a la causa subdaycente verdadera de tal comportamiento en los trabajadores y la causa en realidad estaba en las promesas que el área de RRHH había institucionalizado y lo había viuelto parte de su cultura de contratación: hacer promesas que no podía cumplir. El resultado: enojo y desconfianza hacia la empresa.

Esta es tan solo una muestra del impacto que tiene en las organizaciones la cultura de las promesas; cuando un vendedor ofrece a su cliente condiciones que no puede cumplir,cuando se ofrecen fechas de cumplimiento de trabajos,  ascensos que nunca llegan, cuando se ofrecen bonos inalcanzables, promesas de pago a un proveedor, incluso cuando la alta gerencia ofrece grandes ganacias a los accionistas, la cultura de llegar tarde a una cita o inciar tarde las reuniones de trabajo.

Es imprescindible  fomentar una cultura de cumplimiento de promesas u ofrecimientos y en su caso es mejor no hacerlas; de evitar promesas o metas y compromisos inalcanzables, de establecer plazos reales a los clientes o de pago a los proveedores.De lo contrario la desconfianza y el engaño prevalecerán en las relaciones; que con el tiempo generan vicios muy profundos y dañinos a todos los niveles.

Por: Roger Castellanos
Co- Director de GTH&Consulting

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